Los contagios en la capital provincial no ceden, pero el alcalde analiza planes alternativos para el funcionamiento de algunos sectores comerciales y lograr el difícil equilibrio entre la prevención y la posibilidad de empezar a reactivar la economía de la ciudad.

La decisión la debe tomar tras una semana de protestas de comerciantes y sectores de la pequeña economía, quienes le pidieron al intendente y al gobernador mayor apertura cuando se preparaban anuncios sobre la extensión de la cuarentena.

Es que luego de diez días del retroceso de fases, el intendente se encuentra jaqueado por el creciente malestar de la sociedad civil y los sectores damnificados por el parate pero también por la sostenida curva de contagios que puso al sistema de salud al límite: el último reporte informó 95 nuevos casos, de los 1213 positivos que se registraron en la Provincia.

Hasta el momento, en el Gran Santa Fe se logró la readecuación de los servicios de peluquería y centros de estética, que pueden atender de manera parcial y bajo la modalidad de turnos. Además, en base a los petitorios entregados por entidades intermedias, el gobernador Perotti hizo lugar a la retracción de tarifas de servicios y al diferimiento de vencimientos tributarios, como así también excenciones impositivas. Sin embargo, el propio Intendente envió un mensaje a la ciudadanía y admitió el "cansancio" por las medidas impuestas.

El referente socialista no cesa de ser blanco de críticas ante la nueva vigencia del aislamiento obligatorio dispuesta por decreto provincial. Desde el anuncio del retroceso de fase y la restricción de actividades, las protestas de sectores gastronómicos, propietarios de gimnasios y otros rubros se han multiplicado. Muchos de ellos ya cerraron sus puertas durante más de 90 días y el clima es de "resistencia" a las medidas dispuestas.

 [Rebelión de intendentes y comerciantes contra la cuarentena dura de Perotti]

"Se nos pide un esfuerzo que no toda la población está haciendo", alegó un representante del Centro Comercial santafesino. Varios dirigentes de la entidad criticaron la "permisividad y la debilidad de los controles por parte del Municipio" que, según la misma fuente, habrían llevado al descontrol del número de casos de coronavirus.

Tanto hoteleros, comerciantes, canchas de fútbol 5 y paddle como representantes del sector gastronómico unieron sus voluntades para remarcar que el retroceso de fase constituye para muchos de ellos una incipiente desaparición como fuente de empleo.

Situación similar viven los clubes de la ciudad que acorde al decreto provincial vigente, debieron cerrar sus puertas y concluir actividades. A la consecuente pérdida de masa societaria por la inactividad deportiva de niños y adultos se suma un agravante: los subsidios prometidos por la Provincia alcanzaron apenas para el pago de gastos menores de funcionamiento habitual. "Nos estamos comiendo la plata de los socios que estaban destinadas a obras", se sinceró el gerente de una reconocida institución ante LPO.

En el caso del área metropolitana de la Capital, los números de infecciones se dispararon en un promedio inferior a los cien casos diarios, con el agravante que las medidas de restricción de circulación no se vislumbran a gran escala:

"Nadie podría decir que hoy Santa Fe está en cuarentena. En efecto, la gestión de Emilio Jatón es la gran responsable de no haber aportado las inspecciones locales correspondientes, algo que desde la oposición ya había sido señalado como condición indispensable para el cumplimiento de los protocolos vigentes", sostuvieron desde el peronismo.

"Lo advertimos cuando realizamos recorridas sobre bares, restaurantes, espacios públicos y gimnasios. Los controles brillaron por su ausencia. No sirve apelar a la voluntad ciudadana y la autoconciencia, porque el Estado debe estar presente con su poder de policía para hacer cumplir la normativa vigente", alegó un edil de Cambiemos, fuerza opositora al Intendente santafesino.